El otro día, cuando estaba de cocinillas preparando mi masa madre, esparcí harina de arroz por todas partes. Bien podría haber recogido el remanente y devolverlo al tarro con el resto de la molienda, pero cuando miré el puñado que tenía en la mano pensé: “esta harina tiene el tamaño perfecto para aprovecharlo en una exfoliante casera”. Me vine arriba. Metí el pulverizado en un bol, añadí unas cuantas flores para contribuir a la fricción y me metí en el baño. Si te gusta la idea de poder preparar una exfoliante casera con granos y flores no te pierdas este tutorial. Fácil, fácil señoras. ¡Ah! y viene con truco incluido para ahorrar jabón al final del vídeo:

Ingredientes

• Harina de arroz integral. Dejé el triturado con algo de grano
• Flores de lavanda
• Flores de manzanilla

Imagen: Organicus

Paso a paso

• Coloca un puñado de harina y flores en la palma de la mano
• Añade unas gotas de agua hasta que veas que puedas formar una pasta
• Frota la mezcla por la tez o cuerpo
• Retira con agua tibia

Imagen: Organicus

¿El resultado? Repetiré. No suelo exfoliarme la piel del rostro a menudo, la verdad. Quizás lo hago una vez al año y si los astros se alinean. Ahora bien, cuando esto ocurre, busco una exfoliante muy suave, nada abrasiva y esta no defrauda. Ayuda a eliminar células muertas pero sin una fricción excesiva, por lo que es perfecta para pieles sensibles. Eso sí, el lavabo queda listo para limpieza, pero pago el peaje.