Querida Natalia, personalmente sólo me ducharía en café si fuera época de Carnaval y, por algún extraño motivo que ahora se me escapa, hubiera decidido disfrazarme de bizcocho de tiramisú. Sinceramente, veo más probable que el Universo nos devuelva a los unicornios como animales de compañía que pedir a los posos de esta bebida que eliminen la grasa. Pero oye, la pregunta me ha encantado, porque internet no ha perdido el tiempo en hablar sobre el asunto, y ¡ojo!, hay bastante fundamento científico detrás, por lo tanto, con tu permiso, procedo a indagar un poco más sobre el tema del “café para la celulitis”.

Imagen: Organicus

La primera pregunta que debemos resolver es si realmente este brebaje tiene algún efecto liporeductor, porque sólo así tendría sentido pensar que podría eliminar la celulitis. Pues bien, resulta que la cafeína, uno de los principales componentes del café, aparte de mantenernos despiertos, estimula la degradación de las grasas al inhibir una enzima clave en el proceso de formación de estas (1). Por lo tanto, parece que en este aspecto la cosa podría funcionar.

Segunda cuestión ¿la cafeína penetra la piel? Pues de nuevo, la respuesta es afirmativa (2). Esta molécula atraviesa fácilmente la superficie cutánea a través de los folículos pilosos, es decir, los orificios donde nace el cabello o el vello.  Por lo tanto, hasta aquí tendría sentido pensar que el café podría servir para combatir la piel de naranja. El problema es que, al ser una molécula tan pequeña y soluble, rápidamente pasa al torrente sanguíneo (3), sin dejarle mucho margen de actuación en la zona que nos interesaría en este caso: la de la grasa corporal, técnicamente conocida como tejido adiposo. Si bien es cierto que existen algunos estudios en voluntarios que sugieren que la aplicación de cafeína sobre la piel tiene cierto efecto reductor, su diseño experimental es un tanto controvertido: en algunos no se emplea la cafeína sola, sino en combinación con otros ingredientes, y en otros, no existe un grupo control con el que poder comparar (4).

Imagen: Organicus

Y por último, estaría el tema de los posos. Recuerda que, cuando hacemos café, precisamente extraemos la cafeína de los granos de esta planta, por lo que la cantidad que queda en ellos es mínima. Cierto es que el porcentaje utilizado en las cremas también es bajo, alrededor del 3%, pero sin duda, este debe ser superior al que queda en el desecho de las semillas.

Por lo tanto, ¿la cafeína podría servir para combatir la celulitis? Probablemente sí, si está incluida en alguna formulación que permita que se quede actuando un buen rato en la zona en cuestión. Ahora bien, el tema de la ducha de café o por defecto sus posos, lo veo más complicado que pueda funcionar… PERO si todavía sigues empeñada en hacer algo con esos residuos, y para animar un poco el tema DIY, te propongo dos opciones:

1) utilízalo como abono en el huerto o para crecer setas 

2) fabrícate una exfoliante casera, mezclando una parte de los posos con otra parte igual de aceite de coco no fraccionado. Eso sí, no busques adelgazar con ella.

Imagen: Organicus

Por reciclar los posos que no quede… ya sabes, residuo cero (#zerowaste)

Referencias

1. Herman A y cols. (2013) Caffeine’s mechanisms of action and its cosmetic use. Skin Pharmacol Physiol.;26(1):8-14. 
2. van de Sandt JJ y cols. (2004) In vitro predictions of skin absorption of caffeine, testosterone, and benzoic acid: a multi-centre comparison study. Regul Toxicol Pharmacol.;39(3):271-81. 
3. Otberg N y cols. (2008) The role of hair follicles in the percutaneous absorption of caffeine. Br J Clin Pharmacol.;65(4):488-92. 
4. The beauty brains. Can you cure cellulite with coffee grounds?